Resumen
<p>La naciente escuela veterinaria colombiana reinició labores a comienzos del siglo XX. El sector agropecuario se debatía en un entorno político complejo de olvido y abandono, pero también de expectativa. José Velásquez Quiceno, el primer graduado de la Escuela Nacional de Veterinaria de la Universidad Nacional de Colombia, asumió los retos del ejercicio privado en el área rural, superando las dificultades propias de una profesión desconocida. Trabajó como inspector de sanidad pecuaria en Cartagena; regresó como profesor a su alma mater. Por trece años dirigió el progreso de la Facultad, primero como rector de la Escuela Nacional Veterinaria y luego como decano de Facultad. Sus aportes a la consolidación de la veterinaria en el país y a la genética de la ganadería en el trópico fueron notables. Por sus méritos académicos y profesionales fue Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina, como decano recibió la Cruz de Boyacá otorgada a la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional durante el gobierno de Alberto Lleras Camargo.</p>