Abstract
Frente a la complejidad de la educación superior y los retos que ello genera para sus profesores, el presente artículo destaca la importancia de innovar en los procesos de formación docente en las universidades, subrayando la pertinencia de promover procesos integrales que vayan más allá del desarrollo de cursos de capacitación o apoyo a estudios. Se trata de pensar la dimensión profesional de la docencia universitaria, considerando un conjunto de estrategias y alternativas que integran a la persona del docente con su ser y con los horizontes de la institución. En ese sentido, se destacan algunas de estas y se presenta la experiencia de la Universidad de La Salle.