Abstract
La humanidad está viviendo un momento privilegiado en el que se están sentando las bases para llenar las expectativas de paz, equidad y bienestar que la mayoría de la sociedad está clamando. Por esta razón, es indispensable construir un marco conceptual diferente al actual. El resultado del cambio debe permitir incorporar a los procesos de crecimiento humano la participación del sector rural, no solo desde la perspectiva de la nueva ruralidad, sino desde una mirada centrada en el ser humano. La propuesta invita a la reflexión acerca de algunos elementos fundamentales que deben ser incorporados para garantizar la efectividad del nuevo marco conceptual: una actitud positiva frente a los eventos; el reconocimiento de la función fundamental del sector agropecuario en el desarrollo y evolución de la sociedad; la importancia del ser humano y la generación de capacidades para asumir de forma autónoma los procesos definición del futuro; y, por último, la función de la educación y su intención en los procesos de transformación social. Necesariamente surge un nuevo actor social que se perfila como motivador y catalizador de los procesos de cambio.