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Las políticas públicas deben constituirse en la base de los planes y programas de todo Gobierno, y así garantizar, más allá de la teoría, la sostenibilidad, el desarrollo social rural y humano, como una alternativa de solución a los conflictos y precariedades del campo. De esta manera, la pregunta de investigación no debió ser otra que: ¿son las políticas públicas en la Colombia agraria una respuesta efectiva para la solución de problemas comunes en sectores marginados, la productividad rural y el posconflicto? Desde una metodología exploratoria y descriptiva en la que se identifican variables como el beneficio social, los grupos vulnerados o afectados por la adversidad, la educación para el trabajo y la productividad rural, en coordinación con el grupo lasallista de economía solidaria y el apoyo de la Facultad de Ciencias Administrativas y Contables de la Universidad de La Salle se vienen logrando en el municipio de Anolaima, Cundinamarca, resultados importantes que, como experiencia vivida, serán la base para el diseño de políticas a nivel municipal y departamental enfocadas en las necesidades de las comunidades rurales ante la inequidad o la desigualdad social.