Abstract
El objetivo de este artículo es examinar cómo los jóvenes desmovilizados del conflicto armado en Colombia pueden llegar a constituirse en sujetos ético-políticos. Los resultados de esta reflexión se estructuran en dos apartados. El primero señala que la formación del sujeto desmovilizado debe estar ligada a la experiencia de un reconocimiento intersubjetivo. Esto quiere decir que una persona que vive en la experiencia del reconocimiento recíproco se reconoce como portador de pretensiones legítimas y como actor moralmente responsable. El segundo comprende que los jóvenes desmovilizados son sujetos morales que están llamados a reorientar sus vidas desde una perspectiva pragmática, ética y moral, que tienda a la vida buena con y para el otro en instituciones de justicia.